viernes, 27 de enero de 2012

Guerra a los Morticieros

La ética profesional debe marcar la calidad científica y humana de dichos programas.

Noticiario, según el Drae, es el "programa de radio, prensa o televisión en que se dan noticias de actualidad", yo añadiría, de verdadero interés, nacional o internacional.

En Colombia, el vocablo "noticiero", adjetivo según el Drae, pasó a hacer las veces del sustantivo "noticiario", de otros países.

Cualquier noticiero debe ser visto por menores en compañía de adultos, no tanto porque tenga escenas de sexo o violencia, sino, aunque no las tuviera, por la necesidad de interpretar las noticias, al alcance de los menores, para ser entendidas y asimiladas por ellos provechosamente.

Tenemos modelos de noticieros: los de la BBC de Londres y CNN en el ámbito internacional, de calidad comprobada mundialmente desde hace más de 25 años. En Colombia tenemos buenos y malos. Entre los primeros, porque llenan el cometido de informar objetiva y seriamente, figuran el de NTN 24 horas, el de CM&, de Yamid Amat, el de Jorge Barón, en el contexto nacional, y el de Citytv en el local, de excelente calidad, y otros pocos.

Entre nosotros, las dos cadenas nacionales, RCN y Caracol, de radio y televisión, se han especializado en narrar muertes y asesinatos, en dar noticias sensacionalistas y amarillistas, de poco o ningún interés nacional: están de moda las 'balas perdidas'; vienen, luego, los choques aparatosos, de ser posible, con buena cuota de muertos; siguen las violaciones de menores, los casos patológicos de personas dementes que violan o torturan a mujeres y menores, en Florencia, Piendamó o Tierradentro -poco importa-, o en cualquier municipio retirado del país. Para qué tienen que informar que se cayó una niña de tres años a una quebrada, que luego la arrastró; que se desplomó una casa en la vereda Bellavista, de Cañasgordas; que un niño de dos años se ahogó en Palmira, con un pedazo de carne, y así por el estilo. ¡Qué falta de seriedad, qué amarillismo tan pobre y tan descolorido! Para ganar audiencia vulgar y mediocre, se dedican a narrar asesinatos y escándalos, como los 'vespertinos' que traen la noticia, con la fotografía espeluznante, del crimen pasional del día anterior.

Cuándo aprenderán los directores de estos noticieros -que prefiero llamar 'morticieros'- que no se puede jugar impunemente con la audiencia y la televidencia nacionales, interesadas en conocer lo positivo y lo negativo del mundo y de la nación, en una forma seria, breve y constructiva. Ya vamos en una hora entera por la noche, y piensan alargarlos para poder informarnos de cuanta muerte o escándalo se da en cualquier rincón del país. Qué interés tiene el público en saber cuanto pasa en las veredas y corregimientos del territorio nacional, para quedar luego al margen de los hechos importantes en el orden nacional e internacional. Por el ansia de dinero perdieron el concepto de lo que es informar al público con ética profesional.

Invito a los lectores de esta columna dominical a hacerles la guerra a estos dos noticieros ('morticieros'), suspendiendo por un tiempo su sintonía y sintonizando otros de buena calidad, para darles la lección de volver a ser noticieros de verdad. La ganancia y el lucro no pueden ser el motivo que inspire a los directores de noticieros y a las cadenas de TV. La ética profesional debe marcar la calidad científica y humana de dichos programas. Si no se tiene en cuenta la ética, apaga y vámonos.

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/alfonsollanoescobar/guerra-a-los-mor_10979767-4