sábado, 20 de marzo de 2010

Muestra sobre el arte, el crimen y la pena de muerte



Casi 30 años después de la abolición de la pena capital en Francia, la institución organizó una exhibición para explorar la relación entre el arte y el crimen. Cubierta con un velo negro, una guillotina que fue usada en las plazas de Francia durante mucho tiempo levanta su sombra  escalofriante en una exhibición en París que explora la fascinación de los  artistas por el crimen, y su corolario, el castigo.

"Esta es la primera vez que un museo de arte se atreve a mostrar un objeto tan atroz como la guillotina", subrayó el ex ministro de Justicia francés Robert Badinter, que dijo que desde hace años "soñaba" con una exposición que  abordase el interrogante "¨por qué mata el hombre?".

"Sólo el hombre, y las ratas, matan por matar", subrayó Badinter en un recorrido de la exposición, que contó como curador a uno de los más importantes  historiadores del arte en Francia, Jean Clair, que reunió unas 475 obras en el  tiempo récord de un año.

"Los artistas han estado siempre fascinados por el crimen, por la violación  del sacrilegio, por el sexo y la muerte. Y esta es la primera vez que una  exposición ilumina esta obsesión de los artistas por el crimen y por la justicia que mata también para castigarlo", añadió.

La exhibición, que se abre al público el martes, "se inscribe en la  historia de las ideas", explicó Clair, mientras presentaba decenas de pinturas, objetos como una puerta de una cárcel marcada con graffitis, o diarios de la  época, que reviven la pasión del público por el crimen y la guillotina.

La tesis del ex ministro de Justicia es que ningún escritor, por poderosa  que sea su escritura, puede retratar el crimen con tal fuerza como lo hace por  ejemplo Cézanne en "El Asesinato" o Edgar Degas en "La Violación", y que nada  puede vehicular el horror de la pena capital como lo hace una obra de arte.

"El arte está obligado a decir lo quiere en una sola imagen. Por eso los  artistas retratan mejor que los escritores la violencia criminal", insiste.

Clair recuerda que el crimen apasionó siempre a los artistas surrealistas,  que lo consideraban un "acto subversivo".

La exposición, resumen los dos comisarios, es un recorrido por algunos de  los grandes crímenes -míticos o no - que han fundado nuestra cultura.

"Saturno que devora a sus hijos, el fratricidio de Abel por Caín, el  parricidio de Edipo: el crimen, el sacrilegio absoluto, y su castigo, han sido  retratado por pintores como (Théodore) Géricault, pero también por artistas modernos como Pablo Picasso y Andy Warhol", señaló Badinter.

"Subyace en la exposición la tesis de que el hombre lleva en él el instinto de la muerte, que lo conduce al crimen", le interrogó la AFP.

"Es un instinto que está reprimido, hasta que se comete el crimen", dice.  "Y por eso fascina a los pintores, que no se interesan en temas como escándalos  financieros", afirmó

Badinter explicó la razón para limitar la muestra al periodo de la  Revolución hasta 1939: "Ese periodo fue uno de gran estabilidad de las instituciones legales y de justicia, donde los procesos y la justicia eran
públicos. Se podían ver las caras de los acusados, se podía oírlos, asistir a  su ejecución".

"El castigo - la guillotina - era un espectáculo público. En cambio, antes  de 1789, los procesos y el castigo eran a puerta cerrada", explicó.

Y "en la historia del arte, ese período abarca desde David a Picasso", agregó Badinter, que resaltó que se ha agregado también una magnífica  serigrafía de la silla eléctrica, de Andy Warhol, para recordar que todavía se aplica la pena de muerte en numerosos países, entre ellos Estados Unidos.